lunes, 30 de agosto de 2021

Abril

 


ABRIL

La casa es un poema de tan triste, cuando
mis hijos se van al colegio. Y la larga mañana
se arrastra dulce y despacio por los dibujos infantiles de las paredes.

Los últimos pedazos de este triste sol de Abril, andan errabundos de ventana en ventana.
Y la mañana tiene la fría quietud de la noche.
¡Qué soledad! El silencio envuelve los rincones.
Puedo hasta sentir muy cerca el distante tic- tac del reloj de la sala.
Sus juguetes en desorden me parecen un recuerdo. Y ya empieza a adueñarse de mí este silencio tan callado, este silencio tan sentido.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a todos mis hijos
en el año 1,985

De mi poemario
"Jardines de antaño"

Derechos reservados
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viernes, 27 de agosto de 2021

El cielo de tus ojos

 


(Mi amada hija Stephanie cuando
tenía tres años de edad)
❤❤

EL CIELO DE TUS OJOS

Mi casa grande eres tú pequeña. Y tus ojos,
dos ventanas azules, por donde viene la vida
hacia mí.
❤❤
Saltas, y en tus pies descubro diminutas
estrellas refulgentes, que juguetean conmigo
en su breve pasar por la tierra.
Tu mirada es el cielo, y en ella viven los
murmullos cautelosos de Dios.

INGRID ZETTERBERG
❤❤
Dedicado a mi amada
hija Stephanie, cuando
tenía 3 años de edad
en 1,993.
❤❤
De mi poemario
"Jardines de antaño"

Derechos reservados
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jueves, 26 de agosto de 2021

Petalito

 


PETALITO
❤❤❤
Me he de quedar a tu lado, petalito, para
besar tus sonrisas, para verte ascender 
un día en el árbol alto de la vida.
❤❤❤
Y en un sollozo ahogaré mi sed de otoño;
y le diré al silencio de mayo, que me espere
recostado suavemente en un simple recodo del
tiempo.
Petalito mío, no te faltarán mis brazos.

INGRID ZETTERBERG
❤❤❤
Dedicado a mi amada
hija Natalie, cuando
tenía 1 año de edad
en 1,985
❤❤❤
De mi poemario
"Jardines de antaño"

Derechos reservados
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martes, 24 de agosto de 2021

Misión de ángel

 


MISIÓN DE ÁNGEL
❤❤
Sé que me iré
danzando cual medusa
entre las aguas del mar,
❤❤
y mi alabanza será
para el eterno de las almas,
mas no soltaré la mano
de aquel que en secreto me ama.
❤❤
Dios me lo dio una madrugada,
fue el regalo para estos años
que se están yendo vencidos.
❤❤
Mi amor,
mi Camilo...
dulce protector
tan mío.
❤❤
Misión de ángel,
misión sublime
que Dios le encargó...
ampararme de oscuridades,
pues con su luz me redime.

INGRID ZETTERBERG
❤❤
Dedicado a mi amado
Camilo Sesto

De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"
❤❤
Derechos reservados
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viernes, 20 de agosto de 2021

Nostalgias otoñales

 


NOSTALGIAS OTOÑALES

¡Qué árboles encendidos
contemplando
esos espejos de agua
en cristales de lluvia,
donde se refleja
el gris del cielo!

¡Qué sabiduría hay en ellos!
¡cuánta largura de años
en su madera húmeda!
y el verdor interminable
de aquel bosque
de añoranzas.

Otoño sosegado
que nos regalas nostalgias,
yo te camino
con mis pasos de antaño.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados
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domingo, 15 de agosto de 2021

La niña del anillo azul

 


LA NIÑA DEL ANILLO AZUL

Mirabas tu anillo
nacarado y simple
bajo la luz de las velas.

Tu anillo azul de abanico,
o concha de mar
bajo la luna,
y en ello cifrabas
tu alegría.

Niña de las esteras,
del camino de piedras,
del frío de la noche de Junio;
¿Dónde te he conocido
que te recuerdo?

Eras sencilla y frágil
como tu tesoro,
tu anillo azul de nácar,
que a escondidas
contemplabas al andar.

¿Dónde te he mirado
que a veces te recuerdo?

¡Pureza que estremece,
cuando la felicidad
se resume toda
en un anillo!.

Hija de la orfandad,
soñadora,
con pies helados de invierno,
y cara rosada
de pubertad.

Los años
se habrán robado
tu anillo azul
de piñata pobre,
de tanto recoger
agua en el pilón.

Y habrán sepultado
el único don
que en ti quedaba:
tu ingenuidad.

Del arenal y las sombras
saliste a caminar.
De tu vivienda
de tierra y paja.

Del barrio
de las caras sucias,
de los tristes callejones
de la ciudad,
emergiste.

Has pasado
por mi senda
muchas veces,
con la madurez
y la tristeza
de una anciana
en tu mirar.

Ahora sé
de donde te conozco.

De las flores
y las ruinas.
De los verdes prados
y las cenizas.
Te conozco
de la vida misma.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"Los girasoles eternos"

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viernes, 13 de agosto de 2021

El guitarrista callejero

 


EL GUITARRISTA CALLEJERO

Hay un hombre que está
solo y sediento...
Es un músico ambulante
que lleva un rojo pañuelo
de humilde gitano
atado al cuello.

Se ha sentado cabizbajo
en el mugriento suelo,
la multitud indiferente
no repara en ello.

Su mirada de angustia
me habla en silencio.
Es verano en mediodía
y el sol quema con esmero.
Sus manos, a una vieja guitarra
se aferran casi doliendo.

Sus ropas están gastadas
y de pronto yo me acerco,
sus labios lucen agrietados;
su dolor y su sed no me son ajenos.

Corro hacia mi coche
y saco del maletero
una botella de agua cristalina
que al instante se la ofrezco.
Y sus ojos se humedecen
de agradecimiento.

Mi corazón se ensancha
cuando al fin está bebiendo
el agua fresca de manantial
el guitarrista callejero.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados
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miércoles, 11 de agosto de 2021

Confesiones del crepúsculo

 


CONFESIONES DEL CREPÚSCULO

(Dueto entre el escritor Beto Brom y la
poetisa Ingrid Zetterberg)

El sol se va hundiendo
lentamente
cual un disco de oro
en el silencio...

Crepúsculo que llameas
entre la hojarasca
cual un incendio,
me hablas aún de Dios.
Veo su mano prodigiosa
en el cielo bermejo
de este atardecer rubí.

Oh crepúsculo de ensueño,
que me hablas aún de su dolor,
por la creación que gime,
y por el hombre en su aflicción.

Versos que reflejan momentos de incertidumbre
mientras otro día llega a su término.
Sentimientos se agolpan como torbellino
en un cielo que guarda secretos. La
incógnita permanece intacta, virgen,
a semejanza de un arcaico jeroglífico
aguardando ser descubierto. Y el
mundo continúa girando.

El cielo guarda misterios
y también la nostalgia
del Creador...
por el humano destino
que sube hasta el alma.

Tarde de arreboles,
he quedado ensimismada
por esta sensación
de la honda tristeza
del buen Dios...

Y sé que es un enigma
su soledad en el cosmos,
esparcida
en el trueno de su voz.

¡Criaturas mías!
pareciera decir el Señor
con un eco de duelo
en el eterno amanecer de su amor.

Inclusive en los recónditos pensamientos
de los ateos, queda demostrado, una vez
más, el hecho de que la fe es capaz de
mover montañas. Todos juntos, creyentes,
no creyentes, ateos, agnósticos, unidos en
la esperanza de la llegada un nuevo y
radiante amanecer.

Ay de aquel que no cree en Dios,
vagará en la sombra
en un valle de flores sin color.

Eso también
el crepúsculo me confesó,
y es triste saber
que al final de los siglos
creyentes y ateos
no recibirán la misma porción.

No se engañe el hombre
que desprecia a su Hacedor;
porque aunque a todos
nos alumbra el mismo sol,
Dios hará diferencia allá en el cielo,
con los que lo aman de corazón.

"Muchos serán los llamados
y pocos los escogidos," dijo el Señor.
Y todo esto, amigo
es del crepúsculo, la final confesión.

INGRID ZETTERBERG - PERÚ

BETO BROM - ISRAEL

De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados
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lunes, 9 de agosto de 2021

Desde un mundo ignoto

 


DESDE UN MUNDO IGNOTO

Se ha ido
el amante eterno,
el que me susurraba
en los sueños,
el que me llenó con su tibieza
en la noche aquella
y yo desperté flotando
en el placer de sus manos;

oh, mi amado,
que vino de un mundo ignoto
a dejarme su piedad y su beso
que son sagrados.

Yo le abrí la puerta
de mi alma...
la dejé entreabierta
para que su espíritu
me visitara.

Oh amado y fiel
que ha colmado la copa de mi dicha
con sus caricias de miel.

Yo lo adoro
cuando penetra en mí
con todo su ser.
Y yo repito entre sollozos,
que si se puede amar
a un alma que ya se fue.

INGRID ZETTERBERG

(Inspirado en la melodía de
la película "El Titanic")

De mi poemario
"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados
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viernes, 6 de agosto de 2021

Canción del amor prohibido...(Dueto entre José Ángel Buesa e Ingrid Zetterberg)

 


CANCIÓN DEL AMOR PROHIBIDO

(Dueto entre José Ángel Buesa
e Ingrid Zetterberg)

Soneto Alejandrino

Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.

En silencio llegamos ante todos friamente
pues callamos adrede en medio del gentío;
pensarán las personas que entre nos hay un lío,
pero ignoran que ansiamos hablarnos de repente.

Sólo tú y yo sabemos por qué mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
y aún nos arde en los labios algún beso reciente.

Es difícil callarse mirándote de frente
sin poder decir "te amo", que es lo que más ansío,
ocultando un secreto que nos lleva al hastío
amargando el recuerdo de aquel beso candente.

Sólo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Es verdad lo que dices de la semilla ardiente
que creciendo en tinieblas dañó nuestro sembrío
con raíces profundas de todo amor carente.

Y así dos orillas tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente.

Somos almas errantes que vagamos sin brío,
que sufriendo a escondidas por este amor bravío
lucharemos con fuerza, apasionadamente.

Ingrid Zetterberg - José Ángel Buesa

De mi poemario
"Por la ruta de la poesía clásica"

Derechos reservados
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miércoles, 4 de agosto de 2021

Esa niña mía

 


ESA NIÑA MÍA

Esa niña que lleva un lustro de risas y llantos, ha pintado un arco iris y me lo ha regalado. Tiene la piel rosada y blanca como su vida, y los ojos profundos y grandes como su cariño. Esa niña ha visto unos pajaritos sedientos, y les ha dejado una taza llena de sol y agua, en medio del jardín.

También tiene un frijolito envuelto en algodón, y cada tarde lo examina con la esperanza de verle brotar una hojita verde. Ella sueña con una piscina en una nueva casa, con la seguridad de tenerla mañana. ¡Si yo pudiera esperar todas las cosas con la misma fe con que ella espera!
Esa niña que aún no ha perdido un diente, y tiene tanta ternura en sus manos, es mi hija.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amada hija Claudia
cuando tenía 5 años en 1,984

De mi poemario
"Jardines de antaño"

Derechos reservados
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lunes, 2 de agosto de 2021

No me rindo...(Contestación al poema "No te rindas" de Mario Benedetti)

 


NO ME RINDO...(Contestación al poema
"NO TE RINDAS" de Mario Benedetti)

NO TE RINDAS
(Mario Benedetti)

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya
y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas, quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
no te rindas por favor, no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga
y se calle el viento,
aún hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás sola,
porque yo te quiero.


NO ME RINDO

(Ingrid Zetterberg)
(Mi contestación)

No, amigo...
no me rindo aún,
sigo peleando
la buena batalla;
nadando
contra la corriente cenagosa
de este río profundo
que es la vida...
no me rindo, hermano,
porque sé que debo
continuar con valentía
y esbozar una sonrisa
aunque en mi alma
hayan lágrimas reprimidas.
Yo sé que el frío duele,
y que me atenaza el miedo...
pero no cedo amigo,
yo aún tengo sueños.
Y aunque la luz se esconda
en mi horizonte de nieblas,
aún me alumbra en secreto
una brillante estrella
que sólo yo conozco
y es en mi noche
una luciérnaga.
Porque la vida es grande,
y también mis anhelos.
Porque tú y yo, nos queremos,
y vamos ebrios de este vino
de amor y sueños, es cierto.
Porque las heridas
que me dejaron los años,
han ido sanando.
Por tanto,
abriré las puertas
y dejaré entrar
esa luz de promesas
en mi alma.
Y ya no habrán más sombras
que me detengan.
No me rendiré;
nada temas...
alzaré a los vientos
un cántico nuevo,
de victoria,
porque sé que no estoy sola
porque tú me amas,
y yo también, te lo confieso.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"Inspiraciones de mi nostalgia"

Derechos reservados
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domingo, 1 de agosto de 2021

Hijo del alma mía

 


HIJO DEL ALMA MÍA

Hijo mío,
te veo solitario
tras cortinas cerradas...
y me daña la oscuridad
de tus sueños olvidados.

¡Ah, hijo amado,
tu guitarra quedó quieta,
ya no vibran sus finas cuerdas
en las mañanas amables
de nuestra senda.

¡No te rindas!
que aún brillan reflejos de luz
que emanan obsequiosos
del Autor de la vida.

Yo te recuerdo afanoso,
hijo del alma mía...
siempre presto
a tenderme la mano
cuando yo andaba fatigada y vencida.

Quien honra a su madre
tiene del Dios Todopoderoso
su voluntad compasiva.

Nada temas, hijo amado
que aún se vislumbran
en tu vereda,
mejores años.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado
hijo Favio

Año 2,015

De mi Libro
"Por los bosques del silencio"

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