Tu nombre cual una daga

 

TU NOMBRE CUAL UNA DAGA

¿En qué tiempo te he conocido

oh alma gemela?

Hay sedas en tus manos

que tiemblan

al contacto con las mías.

Enigmáticos tus labios

que callan

un pasado

en que nos amamos.

Y de pronto tu mirada

me devuelve un ayer lejano.

¿En qué tiempo te he vivido

que todavía te recuerdo?

Sólo tuya,

sólo mío...

Aún tu nombre cual incienso

perfuma mis sentidos

y me embriaga de nostalgias,

mi Camilo.

Tu nombre clavado

cual una daga

hace sangrar mis latidos.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado

Camilo Sesto

De mi poemario

"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados

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Abrázame de nuevo

 

ABRÁZAME DE NUEVO

(Rima Jotabé heroico largo)

Regresa, ya mi cielo se oscurece,

extraño tu mirar que me guarece.

No tardes, que sin ti ya no hay colores;

amor, te lo suplico, no demores

que siento ya no habrán jamás albores.

Mis versos no serán tan soñadores.

Abrázame de nuevo te lo pido,

acércate otra vez a nuestro nido.

Azul es tu mirar que en mí se mece,

cerezas son tus labios tentadores;

y sueño con tu amor que se ha perdido.

INGRID ZETTERBERG

Aquí el ENLACE de 

la premiación:

PRIMERA MENCIÓN DE HONOR

De mi poemario

"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados

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Nota: El Jotabé heroico largo, está compuesto

por versos endecasílabos, que a su vez

llevan acentuación en la 2da. 6ta. 8va.

y 10ma. sílabas.

Llena de coraje

 

LLENA DE CORAJE

(Jotabemo dodecasílabo)

I

Tal como me ves, me voy con mi equipaje

porque ya me he cansado de tanto ultraje.

Y aunque te pongas ante mí de rodillas

no puedo soportarte cuando me humillas

y debo descansar de tantas rencillas

que francamente sólo son pesadillas.

Ya me alejo apresurada y sin vestirme

y no he querido siquiera despedirme,

pues por tu culpa estoy llena de coraje

mas no sé porque tanto lloras y chillas

si tú mismo has provocado que quiera irme.

II

Mas si tú anhelas que yo vuelva y no viaje

debes apaciguar mi ira en oleaje

y hablarme con paz y palabras sencillas

quitando de mi corazón las astillas

y sembrar en mí las secretas semillas

que tienes en tu alma como maravillas.

Al plantar tu raíz, trata de no herirme

que en mi ser hay tierra fructífera y firme.

Y entre nosotros habrá un nuevo lenguaje,

oyéndose en nuestro nido campanillas.

En tu mano está que a ti vuelva a unirme.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados

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Flores auténticas

 

FLORES AUTÉNTICAS

Como botones que brotan

de la tierra,

como flores auténticas,

van creciendo

mis poemas

sobre el lecho

de tus manos,

que generosas

se abrieron

para otorgarme

tus misterios.

¿No es un enigma

la poesía

cambiante y eterna?

Es como raro cristal

encontrado

bajo tus aguas

aromáticas,

a través del cual

yo descubro

nuevos mundos

y reinos para amar.

Universos de colores

sin nombre,

que brillan más allá

de las estrellas.

Música

de nuevas victorias,

desconocidas,

secretas,

que los ángeles

conquistan

y sólo anuncian

a los santos

y a los poetas.

INGRID ZETTERBERG

Conversando con mi amado

Padre celestial

De mi poemario

"El árbol invencible"

Derechos reservados

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Palabra que lastima

 

PALABRA QUE LASTIMA

No es fácil que brote

una brizna de luz

a estas duras horas;

no es fácil la palabra,

no es fértil, no canta...

Está atada por cadenas agrias.

En cambio,

¡qué fácil es morir

en el minuto próximo

a la alborada!

Palabra que lastima

con su latir intermitente,

que se agota, que resbala

por senderos de luciérnagas.

Es la noche

que fracasó sin esperanza,

que vertió en vano

su sombra postrera,

su cántaro de lluvia.

Palabra solitaria

bañada por el luto

de su viudez amarga,

va huyendo por el camino

sedienta de lágrimas.

¡Soledades!

no regresen a buscarme,

ya se extinguió la noche

y se llevó la palabra

con sus bondades.

Y la lluvia trasnochada

se fue con su música,

y apenas si dejó un charco

bajo mi ventana.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"La poesía es música"

Derechos reservados

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A tu regreso...

 

A TU REGRESO

❤❤

Hija de mi ternura,

manos diligentes

que me han sanado

de crueles ausencias,

ojos que contienen

toda la inmensidad

del amor de Dios;

regresaste a mi vida

para renovar las fuerzas

de mi alma envejecida.

❤❤

Mi Claudia, mi niña,

te has quedado en mi pecho

como un capullo aromado

de paz y promesas;

y has llenado mis vasijas

con agua fresca y cristalina.

❤❤

Me has ofrendado colores

que hace mucho no veía

en mi paisaje de dolor.

Mi vida antes estática y fría

se ha colmado de la tibieza

de tu reir.

Y hoy vislumbro un futuro

que antes no sospeché abrazar.

❤❤

Hoy mis brazos se extienden

tras tus pasos

y una fe nueva

que antes no existía,

me va abrigando el alma

con esta tibia felicidad.

INGRID ZETTERBERG

❤❤

Dedicado a mi amada

hija Claudia - Año 2,014

cuando regresó a Lima Perú

De mi Libro

"Por los bosques del silencio"

Derechos reservados

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Es mentira el amor

 

ES MENTIRA EL AMOR

💔

Es mentira el amor;

si fuera verdad

se mecería en tus ojos

como lagos azules

sin sombra,

y lo escucharía en la brisa

que lleva tus palabras

hacia lejanos horizontes

donde mis oídos no alcanzan.

Estaría suspendido

de aquellas ramas solitarias

tras mi ventana,

¡Llamándome!

💔

Es mentira el amor

porque no se extiende

como un valle de dicha y cantares,

sino que se pierde

en un paraje desolado

y se mezcla con el olvido

donde ya no nace la flor;

donde abundan las cenizas

de un ayer que se quebró

como sutil cristal

que no logro encontrar.

💔

Es mentira el amor

porque no se eterniza

en el reloj del tiempo;

porque vaga entre oscuridades

inhóspitas...

Y se hace silencio y costumbre

lo que antes fue ilusión.

Si fuera verdad

habrían diminutivos en tus labios

y palabras tiernas

en algún papel doblado

en el bolsillo más cercano

a mi pecho, que aún late

esperando lo imposible,

en esta rara existencia de días vanos.

💔

Es mentira el amor

porque se ha rasgado el velo

que cubría los años

y ha dejado al descubierto

miradas marchitas

que ya no dicen nada,

excepto un eterno adiós,

húmedo de lágrimas.

INGRID ZETTERBERG

Año 2,013

De mi poemario

"Por los bosques del silencio"

💔

Derechos reservados

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Con locura

 

CON LOCURA

(Jotabé dodecasílabo con hemistiquios)

Así es como te amo mi dulce verdad,

tierno, apasionado, mejor a tu edad.

Vivo enamorada, siempre me seduces

con tu azul mirada, con la que me induces

a seguirte el paso, mas sé que deduces

que este ardiente fuego tú mismo produces.

Te amo con locura, te sueño y te tengo;

te abrazo y me quemo pues no me contengo.

Para estar muy juntos en la intimidad

voy pronto a tu lado, pues tú me conduces

con galanterías, y no me detengo.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"Amaneciendo entre lirios"

Derechos reservados

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A mi madre

 

(Esta es la melodía que me unirá

a mi madre eternamente)

Amigos, ojalá deseen escucharla

A MI MADRE

Madre, esa melodía

es tu soledad

que yo llevo escondida.

Esa melodía

son tus abrazos

que se perdieron

y no he vuelto a encontrar.

Madre, es el eco

de tus sueños y mis sueños,

esa dulce melodía

que me hace tus caminos evocar.

Tu casita enclavada

en mis recuerdos,

la tenue luz de tu balcón

madre, tu silueta en la ventana.

Esa melodía son tus ojitos tristes,

es tu espera fatigada,

son mis pasos vacilantes

que ya no alcanzan tu alma.

Es el dolor más grande

que nunca se apaga,

madre, esa melodía

te trajo esta madrugada,

hacia el luto de mis lágrimas.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amada mamá

Año 2,012

De mi poemario

"Los girasoles eternos"

Derechos reservados

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Ofrenda de mi hija

 

OFRENDA DE MI HIJA

❤❤

Hiedra rosada

que te enlazas

a mi sentimiento

en esta fría mañana.

Cual un milagro

la suavidad

de tus pétalos

se avecina a mi alma.

❤❤

Preciosa ofrenda

de mi hija

de un verano ya dormido

en mi ventana.

Hoy mi ternura asomó

y allí estabas

en el muro

de mi incipiente balcón.

❤❤

Extendías tus ramitas

timidamente

sobre este otoño

recién nacido,

y yo te he guardado

en el sosiego

de este Mayo que aflora

en el lecho de mi corazón.

INGRID ZETTERBERG

❤❤

Dedicado a mi amada

hija Stephanie

en Mayo 15, 2,020

De mi poemario

"Joyas de mi alma"

Derechos reservados

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Dame sus manos

 

DAME SUS MANOS

Esas manos

nacieron con las mías,

y en el ancho camino

de nuestras vidas,

se besaron.

Sus manos

me brindaban las flores

del atardecer,

coloreando en silencio

mi tristeza;

y pedían perdón

por el dolor

y el daño.

¿Qué encierro

de sombras detienen

sus sigilosas manos,

que trabajaron

en las tuercas,

y el acero

para crear una lámpara

de encaje enmarañado...

Que tejieron

modestas alfombras

trenzadas con el llanto?

Para mi pecho

son sus manos,

para sembrar juntos

nuestro huerto.

Para mis besos.

Yo anhelo

esas manos fugitivas,

que envejecieron

con las mías,

y al fin caerán

como pétalos amados,

rendidas

sobre mi regazo.

INGRID ZETTERBERG

Año 2,000

De mi poemario

"Los girasoles eternos"

Derechos reservados

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Los girasoles eternos

 

LOS GIRASOLES ETERNOS

Para tus ojos

son los girasoles

que agonizaron

en mi ventana,

esperándote...

Pétalos vencidos,

que amarillearon

el sendero

de las mariposas.

Girasoles

de un ajeno jardín

explorado.

Altos y humildes,

como sueños

de verano.

Extrañas flores

que amamos,

elevadas,

taciturnas,

como silencio

amargo.

Girasoles

sombreados

al atardecer,

que murieron

olvidados.

Cuando vuelvas

de tu ausencia

y tu letargo,

serán eternos

en tus manos.

INGRID ZETTERBERG

Año 2,009

De mi poemario

"Los girasoles eternos"

Derechos reservados

Safe Creative Cta. 1006080193112

El adiós de las flores

 

EL ADIÓS DE LAS FLORES

Ya sé

que se mudaron

las flores.

Y no son

cohabitables

con el gris

de Mayo.

Se fueron detrás

del verano,

que huía

cada noche

en mi reposo.

Adiós

a los matices,

los lilas, blancos

y rosas.

Se alejaron

despacio,

sin yo advertirlo,

y se llevaron

las mariposas.

Se divisan

los estanques

sombreados,

y una hierba fina

se alza en derredor.

Las hojas de otoño,

sigilosas,

han preparado

una alfombra

para mis pasos,

intentando

consolarme

de esta aflicción.

Descansaré

bajo humildes

árboles,

que desmayan

esperando.

Y recibiré

con alborozo

el saludo

de un jilguero,

y la lluvia

de Agosto.

Hasta que

un colibrí

vibrando

sobre una flor

naciente,

me convide

a abrir

la puerta

a la estación

de la luz

que siempre

vuelve.

INGRID ZETTERBERG

Año 2,009

De mi poemario

"Los girasoles eternos"

Derechos reservados

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