lunes, 17 de julio de 2023

Poema LXXV - Dueto entre Gustavo Adolfo Bécquer e Ingrid Zetterberg


POEMA LXXV

(Dueto entre Gustavo Adolfo Bécquer
e Ingrid Zetterberg

¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

Si, es verdad caro amigo hospitalario,
que me has dado cabida entre tus versos
el alma escapa hacia lo espiritual
al rozarnos morfeo.

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna el tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

Sé que es cierto, mi poeta admirado,
nuestro espíritu en un celeste vuelo
asciende hacia las regiones secretas
cruzando los luceros.

¿Y allí, desnudo de la humana forma;
allí los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

Despojados de nuestra humanidad
mi visionario bardo de otros tiempos,
aún rota la copa de mosaicos
habitamos lo etéreo.

¿Y ríe y llora, aborrece y ama,
y guarda un rastro de dolor y gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

Mas no creo que en ese astral estado
odie a nadie, sino que en gozo envuelto
el espíritu en paz se regocije
en el cosmos eterno.

¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros;
pero sé que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!

No son visiones vate, son vivencias
allá en lo lejano, fuera del cuerpo,
y todos somos parte de la luz
y nos pertenecemos.

INGRID ZETTERBERG - GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados
 

sábado, 8 de julio de 2023

Fino regalo


FINO REGALO

Fiesta y alborozo hay en mi sendero,
hoy danzaste frente a mi ventana,
pajarito carmesí.

Te adueñaste de la tarde
con el aleteo de tu espíritu.
Y viniste en pos de mí
con el verso de tu canto diminuto.

Me visitaste desde tu era de manzanos,
desde tus trigales
que se encienden en mi recuerdo.
Y sé que al fin se cumplió la promesa.

Eras el amor que a mí llegó
desde aquel ayer de unción;
porque has coloreado mi vida
con un amor indescriptible
que hace mis días plenos.
Un amor inocente,
envuelto en misterio.
Eres el fino regalo que mi Dios
me había preparado.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados
 

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