EL COSTURERO
Costurero fino
con tus blondas
de organza,
y tu ruedita
de alfileres
malvas, blancos
y celestes.
Yo te recuerdo
pulcro,
teñido de rosa
tu castaño mimbre.
Estabas pulido
como una alhaja
en mitad
de un poema
que nunca olvido.
Costurero antiguo
de satinadas cintas,
emergiste
de unos versos
que un anciano poeta
firmó distraído.
Pero eras una joya,
una reliquia
con tu dedal
y tu aguja.
Con tus botones
de marfil, de nácar
y tus hilos de seda;
yo te recuerdo
pintado con gracia,
con arte tierno.
Y te quedaste allí,
dibujado y oculto
entre ajados versos.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
"Fragancia espiritual"
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