LA DULZURA DEL PERDÓN
"Perdóname" me dijiste
con tus ojos
anegados en lágrimas...
desde la injusta oscuridad
donde hombres crueles
te hundieron;
oh, amado...
me pediste perdón llorando.
Y tu rostro contristado
se quedó en mi alma
para siempre.
Hoy que ya no quiero perderte,
sé en el fondo
de mi dolor,
que te perdonaría todo.
A ti, al único de mi ser
a quien no sabría guardar rencor,
porque eres parte de mi carne
y de mi alma;
porque la vida es grande
junto a ti...
porque hemos sufrido juntos.
Hay un rincón en nuestra casa...
y tú vas desmenuzando el pan
bajo aquel lamparín que alumbra tus noches.
Y yo te amo secretamente
porque las lágrimas
que me causaste en el ayer
te las he perdonado
con amor de amiga,
de cómplice;
de luz
en aquellas tinieblas
que nos cubrió a los dos.
Porque perdonar es dulce
y abre caminos nuevos...
porque somos uno
y yo te amo
aunque a veces lo niegue
y mastique hieles...
mas mi perdón
estará en tus ojos tristes, siempre
y como un sello de amor
en tu frente.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
"Inspiraciones de mi nostalgia"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112
Que bello poema, amiga. El perdón nos redime tanto a quien perdona como a quien es perdonado.
ResponderBorrarMe encantó su comentario en mi gato del super. Holanda es un país pionero en todo. Tenemos mucho que aprender. Las personas y los animales sin techo deberían tener una solución. Tanta riqueza y que poco repartida. Un saludo desde Galicia.
Gracias amiga Beatriz por visitar mis versos y dejarme tan bello comentario que valoro mucho. Es verdad, aquí en Latinoamérica y en España tenemos mucho que aprender aún. Un saludo fraternal desde Lima Perú.
BorrarQue dulce poema amiga, perdonar por amor muchas veces es mejor que vivir con rencores que amarguen el alma..... Saludos y abrazo a la distanciaIngrid
ResponderBorrarGracias amiga Sandra por recorrer mis versos y dejarme tu hermoso y comprensivo comentario. Un abrazo grande.
BorrarCon la belleza de tus versos y el alama puesta en ellos , casi me convences de que el perdón puede ser terrenal. Un abrazo
ResponderBorrarSi Ester, el perdón debe ser terrenal, así viviríamos más felices y en paz. Gracias por asomarte al rincón de mis versos y apreciarlos. Un abrazo.
BorrarCuando el amor es verdadero, todo se puede perdonar.
ResponderBorrarEl amor, además de convertirnos en mejores personas, nos ayuda a crecer.
Ha sido un placer leer tu bonito y sentido poema.
Cariños.
kasioles
Gracias Kasioles por estar presente entre mis versos y dejarme tan linda respuesta que aprecio mucho. Un abrazo.
BorrarA veces se nos hace duro pensar pero cuando lo hacemos nuestra alma y mente descansa. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarGracias Campirela por detenerte entre mis versos y dejarme tu amable huella. Un abrazo grande.
Borrar¡Hola Ingrid!
ResponderBorrarNos dejas un poema nostálgico, bello y amoroso, perdonar es siempre un gesto lindo humano. Y también está muy bien pedir disculpas cuando tenemos fallos.
Ha sido un placer leerte.
Te dejo un abrazo y mi gratitud.
Se muy, muy feliz.
Gracias Marina por visitar mis versos y dejarme tan bella respuesta que es valiosa para mí. Un abrazo grande.
BorrarHermoso y lleno de mística.
ResponderBorrarTan necesario para sanar alma y cuerpo, el perdón siempre obra maravillas.
Un abrazo.
Es verdad, Adriana el perdón sana el alma. Gracias por asomarte a mis versos y dejarme tu grata huella. Un abrazo.
BorrarEl perdonar además de ennoblecer a la persona que perdona también la llena de una gran paz y tranquilidad.Muy bello y sentimental poema.Besicos
ResponderBorrarGracias estimada Charo por visitar mis versos y dejarme tu bella opinión que coincide con la mía. Un abrazo.
BorrarHe comprobado que el perdón, hace más bien al que perdona que al perdonado. Besos
ResponderBorrarEs verdad Arantza, pienso lo mismo. Y es que si perdonamos nos liberamos de una carga muy pesada, y al instante sentimos un gran alivio. Gracias por detenerte entre mis versos y dejar tu lindo comentario. Un abrazo.
BorrarPerdonar es un don divino
ResponderBorrary entonces no tenemos más que llenarnos de esa fuerza bendecida
para sacar fuerzas en lo que nos toca vivir en esta vida...
Así es Meulen. El don de perdonar nos viene de lo alto. Y no todos saben perdonar, y mucho menos pedir perdón. Gracias por detenerte entre mis versos.
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